Todo lo que sube tiene que bajar. Y para aquellas obras que han escalado muy alto, convirtiéndose en todo un fenómeno en la historia cine, pareciera que alrededor de su éxito se gestase una corriente negativa cuyo único propósito es la de desprestigiar todas sus cualidades. Para el director James Cameron no es la primera vez que esto le ocurre a una de sus obras, ya con “Titanic” (1997) experimentó un fuerte repudio posterior por parte del público e incluso de parte de otros directores de su gremio, donde -de igual manera- se apelaba a una historia demasiado simplista adornada con una factura técnica nunca antes vista.
Con “Avatar” la historia se repite. Cameron es criticado como un director efectista, un vendedor de humo que detrás de la vanguardia tecnológica no tiene nada original que comunicar. A modo de apología, hay que comprender que su cine proviene de una carrera humilde, de un hombre que se formó a si mismo dentro de la industria de los efectos especiales y cuya mentalidad siempre busca la forma más simple de hacer que las cosas funcionen. Cameron maquina sus historias desde una visión técnica, premiando lo simple sobre lo rebuscado, lo funcional sobre lo ineficaz.
Por otro lado, afirmar que “Avatar” no ofrece nada original está muy lejos de ser cierto. Si bien durante la versión estrenada en cine la mayor parte del espectáculo visual recae en un paisaje y una biodiversidad que nace de la fantasía, es dentro de la versión extendida donde somos testigos de un panorama contextual completo, con una contraparte humana acorralada dentro de un mundo lleno de decadencia y miseria.
En apenas algunas imágenes, Cameron nos expone de manera brillante que tras un largo periodo de expansión urbana, la humanidad ha degradado casi por completo su medio natural, sobreviviendo dentro de ciudades sobrepobladas y cubiertas por una densa capa de gases de invernadero. La escases de energéticos provoca que las personas se muevan grandes distancias a pie o en bicicletas, dentro de interminables calles iluminadas por luces artificiales provenientes de cientos de carteles holográficos de propaganda.
La habitación donde reside Jake Sully, el protagonista, basta para conocer el modo de vida del resto de la población. Sitios igual de pobres y degradados que los ambientes exteriores, hogares que carecen de los satisfactores más básicos pero que idiotizan a sus habitantes ofreciendo un entretenimiento barato mediante enormes pantallas de transmisiones ininterrumpidas.
La prospectiva que “Avatar” nos muestra sobre el futuro es de un inminente carácter palpable. En su discurso no ofrece excusas como una gran catástrofe o una guerra apocalíptica para plantear la distopía, basta con que la humanidad continúe con la tendencia de crecimiento urbano actual para generar un panorama insostenible de sobrepoblación y cambio climático, donde los recursos escasean y nuestra única salivación es la de mirar a las estrellas y la conquista del espacio.
Esta sensación de acorralamiento complementa de gran manera el mensaje de la cinta. La humanidad acude a nuevos mundos, entre ellos Pandora, para la explotación de recursos. Invade territorio virgen con sus máquinas y fábricas con la esperanza de un renacimiento. Ciega, repite los errores de su tierra natal. En lugar se sacrificar sus comodidades se encierra dentro de ciudades amuralladas, emplazamientos totalmente artificiales donde le rinde culto a la máquina y a su modernidad.
Si bien Cameron repite sus tópicos acerca de la lucha entre lo artificial y lo natural, dentro de “Avatar” nos ofrece una visión mucho más amplia y urbana que en las demás. Es tanto una crítica como una advertencia de nuestras decisiones como civilización moderna, con las que nos enfilamos hacia un camino sin retorno.
Perfil del Director
James Francis Cameron es un director, ingeniero y explorador marino nacido el 16 de agosto de 1954 en la ciudad de Kapuskasing en Ontario, Canadá. Pasó gran parte de su juventud en su país de origen, mudándose a los 17 años a la ciudad de Brea en el estado de California en Estados Unidos. Ahí estudio la carrera de física, pasando después a lengua inglesa y por ultimo abandonando la escuela, trabajando en diversos ámbitos y dedicando su tiempo libre a la escritura.
Cameron renunciaría a su trabajo tras ver el estreno de “Star Wars”, comprando equipo cinematográfico por su cuenta y llevando a cabo lo que sería su primera película “Xenogenesis” (1978). Siempre pragmático, se uniría al ámbito cinematográfico como modelista de miniaturas, pintor de escenarios de fondo y como técnico en efectos especiales lo cual resultaba su mayor pasión.
En 1981 seria contratado para realizar los efectos especiales para la cinta “Piranha II", pero tras la renuncia de su director original Miller Drake, se le ofrecería a Cameron el puesto. Debido a su inexperiencia y a situaciones muy adversas del clima durante el rodaje, fue despedido tras la imposibilidad de rodar una escena. Posterior a esto, cayó enfermo debido a la ingesta de comida en mal estado, teniendo una fuerte pesadilla sobre un robot invencible que había sido enviado del futuro. La semilla de “Terminator” había sido gestada y el resto es historia.
ESCENAS CLAVE
1. Tierra Sobrepoblada y Contaminada
Debido a una expansión urbana incontrolada, el medio natural enfrenta una extinción casi total. La humanidad sobrevive atrapada en ciudades cubiertas por de gases de invernadero.
2. Degradación Urbana
Con recursos naturales limitados, las personas habitan dentro de un medio urbano colapsado, oscuro y contaminado, donde abunda la pobreza, la criminalidad y la miseria.
3. Control Mediático
Los medios de comunicación vuelven accesible su tecnología a toda la población, ofreciendo entretenimiento barato con el cual enajenar y calmar los ánimos de una población que vive al límite.
4. Medios Supermasivos de Transporte
Atravesando cielos cubiertos por hologramas publicitarios, una extensa red de trenes conecta las ciudades de todo el mundo, funcionando gracias al extraordinario elemento Unobtanium.
5. Humanidad Desechable
Ante la escases de tierra y una población desorbitante, la muerte ha perdido todo sentido ceremonial. Grandes hornos incineran la materia orgánica reutilizándola como una fuente de energía.
6. La Conquista Espacial
Con una civilización estancada, la esperanza del desarrollo recae en la exploración espacial, en el descubrimiento y explotación de recursos de nuevos mundos a toda costa.
7. Empaquetado Humano
Con espacio limitado, los vehículos espaciales se diseñan con un claro propósito práctico. El confort cede a la estructura, donde cada elemento esta contabilizado para el viaje.
8. La Ciudad Militar
Ante una atmósfera y vida nativa hostil, el asentamiento humano adquiere un claro sentido militar, construcciones cerradas y amuralladas alrededor de grandes patios de maniobras.
9. Universalidad de Elementos
Por dentro la base militar posee un sentido realista y cercano a la tecnología actual. Su aspecto tiene un claro sentido industrial, combinado con la señalización propia de un aeropuerto.
10. Ambientes Tecnológicos
Inspirados en gran medida por centros médicos, los laboratorios científicos poseen un aire a quirófano, lleno de tecnología, asepsia pero también de un gran sentido de funcionalidad.
11. El Mensaje Ecologista
Pese al avance tecnológico, el modo de acción de la humanidad continua siendo egoísta, mediante un proceso insostenible de consumo de recursos dentro de un marco capitalista.
12. Paisajes Imposibles de Otros Mundos
Para reforzar la fantasía de un entorno extraterrestre, el equipo de arte creo no solo paisajes naturales llenos de belleza, sino también con elementos que desafiaran la lógica conocida.
FICHA TÉCNICA
Fecha de Estreno: 17 de Diciembre 2009
Duración: 162 min.
Genero: Aventura / Ciencia Ficción
Director: James Cameron
Guión: James Cameron
Fotografía: Mauro Fiore
SINOPSIS
En el distante año de 2154, cuando su hermano gemelo es asesinado, el marino parapléjico Jake Sully decide tomar su lugar en una misión en el distante mundo de Pandora. Ahí hallará que una corporación privada esta empeñada en la extracción de un mineral precioso, contando con la cooperación del ejercito, el cual se encarga de combatir a los alienígenas humanoides nativos conocidos como Na’vi.
Jake se unirá al programa Avatar, tomando el control mental de un Na’vi artificial, el cual le regresara la capacidad de caminar y extenderá sus capacidades físicas, pero que también le hará conocer el otro lado del conflicto que acontece en Pandora.
